Vuela mi mente, evocando gratos recuerdos: aromas, viejas compañías, sabores, sueños postergados. Cierro mis ojos al igual que el trompetista y disfruto de este manjar!
Al son de la música y especialmente del Jazz, siento que todo es posible!
Y que a través de este lenguaje sin barreras, la esperanza se hace más grande,
especialmente cuando se trata de hacer un mundo mejor!
Fotografía tomada por Irina Orellana
3er Festival de JAZZ - Tegucigalpa, La Caramba.
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